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20 Noviembre, 2015
Todólogos
¿En qué toca ser experto esta semana?
¿Cataluña? ¿Siria? ¿Derecho constitucional? ¿Motociclismo? ¿Terrorismo global? ¿Real Madrid-Barça? ¿Redes sociales? ¿Xenofobia? ¿Cine español?
A raíz de los atentados en París, justo hace una semana, casi todos nos hemos convertido en tertulianos apasionados sobre el yihad –que no ‘la yihad‘– con amplia experiencia en relaciones internacionales, estrategias de inteligencia y política de altos vuelos.
También somos doctorandos en el dolor de los demás, en su luto, en su convivencia con el horror donde quiera que estén.
Compartimos fotos y vídeos de su íntima barbarie en portadas, telediarios y obscenos whatsapps en cadena. Periodistas de toda talla se van al día siguiente de los ataques a París a hacer crónicas de dudoso gusto. Me pregunto dónde deja esa urgencia -pospuesta por temas de presupuesto y falta de reacción, que era finde- al sufrido corresponsal habitual de tal o cual cadena que está ahí 24/7, todo el año. En fin.
Estrellas del periodismo disertan sobre charcos de sangre que no se secan, sueñan con remixes de La Marsellesa y ‘pisan’ sin remordimientos el minuto de silencio que haga falta. Que es muy caro retransmitir imagen en directo, oiga; he venido aquí a esto.
Y ahí, en medio de todo, estamos nosotros, TODÓLOGOS todos, queramos o no.
Todólogo significa exactamente lo que parece; que sabe ‘de todo’ y de todo opina. A modo de curiosidad, diré que la RAE recoge el término y lo considera coloquial y de uso despectivo en El Salvador y Honduras. Ya tardamos en usarlo a todas horas a este lado del mundo.
Yo también soy todóloga, pero contengo esa pulsión como puedo. Conozco a gente que también libra esa lucha interna, pero la gran mayoría sucumbe, y les entiendo.
El todologismo -este término ya no creo que esté en el diccionario, pero vaya- se cura, o al menos mitiga, leyendo; escuchando cosas que ¡a lo mejor no nos gustan! Que incluso pueden hacernos cambiar de opinión o matizarla, ¡magia, brujería, qué me cuentas, imposible!
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Para sacudirse (intentarlo) el todologismo hay que estar atento a programas en los que hay que esforzarse para discernir quién es de verdad experto y quién no pasa de ‘tertuliano-todólogo’, que los hay; les da igual hablar de Artur Mas, la CUP y la sardana que de por qué hay guerra en Siria, del Levante-Las Palmas, de quién va a ganar las próximas elecciones, y del que sin duda es mi tema favorito: de que hay muertos de primera, de segunda y de juvenil regional si hace falta.
Somos todólogos, expertos en todo, pero suspendemos en Humanidad, escrita así, con mayúscula. Y no sé si vendrán tiempos mejores.
Si tenéis tiempo y ganas, en este post resumí como bien pude un cuatrimestre de la asignatura de Relaciones Internacionales dedicado a las guerras de ayer y a las peores, las que ya están aquí sin que nos hayamos dado cuenta.